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5 abr 2013

Roteiro histórico de Chandebrito

Las cruces del Monte do Castro.

Descrito por: desafío inútil

La parroquia de Chandebrito, perteneciente al concello pontevedrés de Nigrán, se sitúa en un antiguo terreno al sur de la ría de Vigo, a trescientos metros de altitud sobre el nivel del mar. Está asentada en un espacio natural perfectamente definido en el que el Monte do Castro y la llanura son los elementos de referencia.

Chandebrito conserva huellas de la presencia del hombre desde la prehistoria (hace más de cien mil años) hasta nuestros días, pudiendo decir que siempre estuvo poblado. Esta circunstancia ha dado lugar a un tejido de estrechas relaciones entre el hombre y la naturaleza, constituyendo así un espacio natural de gran valor, con una población con personalidad propia materializada en su rico patrimonio cultural, en el que las obras producidas a lo largo de milenios no se pueden separar del entorno natural y del grupo humano.

Los petrogriflos, un legado prehistórico
Los primeros campesinos desplegaron un lenguaje grabado en las rocas, al aire libre, formando un código de comunicación de significado perdido y difícilmente comprensible, especialmente cuando está formado por motivos geométricos, como en Chandebrito, donde las representaciones naturalistas de animales, hombres o armas están casi ausentes.


El sendero es una ruta circular que podemos realizar en cualquier sentido y partiendo desde cualquier punto. Nosotros la iniciamos en el Monte do Castro porque es el punto de más fácil acceso.

Las Cruces del Monte do Castro
Comenzamos el roteiro en el las cruces del Monte do Castro, en el Barrio da Igrexa de Chandebrito. La dependencia del agua y las cosechas tuvieron una expresión ritual en las rogativas que, saliendo de la iglesia en procesión, acababan en estas cruces del Monte do Castro.

Por marzo o abril se podía ya salir con el santo patrono San José, en rogativa pública para conseguir remedio a la sequía. El recorrido desde la iglesia hasta este grupo de cinco cruces, en parte ya desaparecidas, fue el último camino practicado por la procesión. Pocos recuerdo conservan los mayores de Chandebrito sobre esta celebración, hoy totalmente desparecida.

Subida al Monte do Castro
Desde las cruces subimos hasta el castro, desde podremos disfrutar de unas espectaculares vistas sobre la ría de Vigo. El castro de Chandebrito corresponde a los tipos de asentamientos amurallados conocidos como castros. Construidos durante el corazón de la cultura castreña que se desarrolló desde la Edad del Hierro, a partir de los siglos VIII – VII a.d.C, hasta la llegada de los romanos, a finales del siglo I a.d.C, muchos estos poblados tuvieron una continuación hasta el siglo III – IV d.d.C.

Siguiendo la topografía, el poblado se estructura en tres recintos sobre la ladera en la que está construido. Por el sur y suroeste presenta una fuerte pendiente natural en cuyo pie se extiende actualmente el Barrio Vello o Barrio da Igrexa de Chandebrito, en continuidad espacial con el primer asentamiento de población estable conocido.

Vistas desde el Monte do Castro.

Desde las cruces del Monte do Castro hasta la Iglesia y Casa Rectoral
0,45 Km. / 10 min.
Bajamos al Barrio da Igrexa donde podremos observar el petroglifo de un ciervo (está dentro de un recinto cerrado que bien pudo ser una cuadra de animales, ya que esta construcción aprovechó como pared la roca donde está el petroglifo) y nos dirigimos hasta la iglesia de San José, datada en el año 1.785, y su Casa Rectoral actualmente en ruinas.

Desde la Iglesia y Casa Rectoral hasta el Petroglifo de Rabete
1,2 Km. / 20 min.
Desde la iglesia parroquial nos dirigimos, callejeando entre las casa que conforman el típico rural gallego, al Petroglifo de Rabete para ver sus abundantes cazoletas entre las que destaca un motivo serpentiforme.

El roteiro transcurre por el núcleo rural de Chandebrito.

Desde el Petroglifo de Rabete al Petroglifo de Chan de Rapadouro
0,95 Km. / 15 min.
Las Rías Bajas, el Bajo Miño y la Tierra de Montes en el interior de Pontevedra, concentran las principales estaciones del Grupo Galaico de Arte Rupestre. Tenemos la obligación de proteger este frágil legado, sometido a la erosión natural y diversas acciones –cantería, fuego, etc.- La divulgación de su existencia es una forma de contribuir a su conservación.

Por el de Chan de Rapadouro hasta los Petroglifos de As Cancelas y Preguntadoiro
0,6 Km. / 10 min.
En la falda este del Outeiro Grande se extiende el Chan de Rapadouro. Varios petroglifos se hallan por este paraje, muchos de ellos a monte, por lo que su observación no resulta muy fácil.

El Petrogriflo de As Cancelas está situado en el afloramiento rocoso del interior de una finca privada. Se trata de un petroglifo complejo a base de líneas curvas, surcos y grupos de pequeñas cazoletas.

En el conjunto de los Petroglifos de Preguntadoiro predominan las combinaciones circulares, surcos y cazoletas. Muchos conjuntos están muy afectados por la erosión natural y por el fuego. Algunos de ellos están vinculados con un camino que conserva rodadas de carro en el suelo granítico del mismo afloramiento en que, a la derecha, está el grabado.

La erosión natural produce el rebaje y suavizado de los surcos, dificultando su visibilidad sin la luz adecuada. Al amanecer y al aterdecer son los mejores momentos para apreciarlos en su plenitud.

Petroglifo do Preguntadoiro.

Desde los Petroglifos de As Cancelas y Preguntadoiro hasta el Molino de Rodas
1,6 Km. / 30 min.
El camino desciende con destino a la Fraga de Rodas. Esta pequeña muestra de bosque húmedo atlántico recibe su nombre del río que la atraviesa. A pesar de encontrarse actualmente en situación de fragilidad ante la competencia de los eucaliptos de las laderas, en este delicado ecosistema podemos apreciar aún una importante variedad de helechos, abundantes musgos en la estación húmeda, árboles de ribera así como las ruinas de los Molinos de Rodas, los más antiguos de la parroquia de Chandebrito, perdidos en la memoria de los mayores.

Dryopteris filix, helecho macho común. Crece en las áreas sombreadas de la Fraga da Rodas.

Molino de Rodas.

Desde el Molino de Rodas hasta el Lavadoiro do Regueiro
0,95 Km. / 20 min.
El camino abandona la Fraga de Rodas y asciende nuevamente hasta el Lavadoiro do Regueiro en el Barrio da Igrexa.

El lavadero era un espacio genuinamente femenino, de relaciones de la mujer, y espacio de iniciación para las niñas y niños al escuchar hablar a los adultos.

También llamadas fuentes, además de cumplir la función higiénica, los lavaderos articulaban una función social: refuerzo de integración en el grupo y espacio de comunicación. Primavera, agua fresca, olor de jabón, ropa brillante a la luz del sol, charlas, risas, juegos de niños. Invierno, agua rebosante, frío, empaparse, entumecimiento, confidencias en voz baja... las aguas continúan el camino llevando los ecos de mujeres y niños. Los hombres pasan de largo.

“Cando viña da escola ... eu miraba a xente alí a lavar, ¡parecíame outro mundo!” (Rosa Rial)

Desde el Lavadoiro do Regueiro hasta las Cruces del Monte do Castro
0,35 Km. / 5 min.
El agua del Lavadoiro do Regueiro viene de alimentar los rodicios de los Muiños do Regueiro. Remontando el curso del agua, siguiendo el canal de piedra, encontraremos el Muiño da Canle y el Muiño da Presa.

Los canales de piedra son los caminos por los que las aguas llegan a la aldea, dando vida a unos molinos sin río y acentuando esta particular arquitectura del agua en Chandebrito.

“Os mesmos canteiros, os mesmos que facían a pedra, facían o muiño… ” (Benigno Rial 2006)

Chandebrito es una parroquia de canteros que con su saber hacer en el granito, tanto proveían de materia prima para la construcción en Vigo y Nigrán, como construían ellos mismos todos los elementos necesarios para el aprovechamiento del agua, recurso esencial en una parroquia agrícola. Estos elementos arquitectónicos que hoy integran el ciclo social del agua y la cultura de solidaridad que los hizo posibles, son un ejemplo de gestión para un problema actual de reparto del agua.

El trabajo en el molino podía ocupar todo el día o toda la noche, se molía para toda la semana y podían hacerlo por igual hombres y mujeres.

En otros tiempos había que desplazarse al Molino de Rodas o al Molino de los Matos, en los bosques de los alrededores. Muchas veces había que ir de noche porque era el momento en que estaban disponibles. “Tiñamos o farol, prendiámolo e marchabamos por aí fora có farol ao muiño de noite, quedábamos toda a noite” (Benedicta Correa 2006)

Como la molienda se prolongaba unas horas, esta actividad fue muy importante en el entramado social, dando lugar a un abundante patrimonio inmaterial popular de cuentos, refranes, dichos, canciones…, en las que se recogen moralejas, picarescas y consejos.

“Có saquiño na cabeza lixeira para o muiño vai, non quere que lle colla a noite polo que poida pasar, pois os carreiros entre o millo dan moito que falar (Popular)”

Bordeamos el Monte do Castro por su vertiente más septentrional y llegamos al Muiño das Chans, próximo a las Cruces del Monte do Castro en el punto de inicio, y lugar donde concluye la ruta.

Vista de la ría de Vigo bordeando el Monte do Castro

Accesos
Desde Vigo tomar la carretera PO-552 y después tomar el desvío hacia Chandebrito en el cruce con la calle Manuel Lago Lago.

Punto de partida / llegada
Cruces del Monte do Castro / Cruces del Monte do Castro.

Recorrido
Cruces del Monte do Castro / Monte do Castro / Iglesia y Casa Rectoral / Petroglifo de Rabete / Petroglifo de Chan de Rapadouro / Petroglifos de As Cancelas y Preguntadoiro / Molino de Rodas / Lavadoiro do Regueiro / Cruces del Monte do Castro.

Longitud
6,1 Km. en horizontal

Duración
1 h. 50 min.

Cartografía
I.G.N. Hoja 0223 – Vigo y Hoja 0261 - Tui.

Conexiones
No se han descrito.

Anotaciones
Actividad sencilla, apta para niños.

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