Descrito por: Santos J. Lorenzo
La historia, la ría de Arousa, y el rural gallego son los principales atractivos de este sendero que transcurre por la parroquia de San Vicente do Grove dentro del concello pontevedrés de O Grove. La mayor parte del recorrido se localiza en el espacio natural Complexo Ons-O Grove, incluido en la red de espacios protegidos Red Natura 2000 de la Unión Europea.
Aunque la ruta no es circular, los puntos de inicio y fin distan 600 m., y están comunicados por una pista asfaltada por lo que la ruta puede transformarse fácilmente en circular, no siendo necesario planificar el regreso.
El saladero de la playa de A Barcela.
El poder conservante de la sal sobre los alimentos frescos fue descubierto en la Edad del Hierro. Los fenicios trajeron a estas tierras el arte de salar el pescado. Los romanos, grandes apreciadores de los frutos de nuestros mares, promovieron este método de conservación con el transporte de pescado y marisco al resto del imperio.
Hasta el siglo XVIII la salazón era una labor artesanal. Las familias salaban la sardina en sus hogares, manteniendo el gusto natural de este pescado. La llegada de los fomentadores catalanes, transformó un trabajo en una industria. Los catalanes situaron sus factorías en ensenadas abrigadas, de fácil acceso a las embarcaciones de pesca, como ésta de la playa de A Barcela, en primera línea de playa.
El saladero de la playa de A Barcela, hoy rehabilitado, es una vivienda vacacional.
Con los catalanes llegó la jábega, un arte de pesca de origen árabe con el que no podían competir las artes tradicionales. Este método aumentó el consumo de sal, incrementando la recaudación que la Hacienda Pública obtenía del oro blanco. Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, los almacenes de salazón marcaron la economía de la ría de Arousa, convirtiendo a los pescadores en asalariados. El proceso de salazón perdió fuerza a finales del siglo XIX pero dejó el camino abierto a la industria conservera, motor de la economía actual en estas tierras.
De la playa de Barreiriño hasta As Rodeiras
2,9 Km. / 1 h.
La ruta está llena de historia y toma su nombre de la antigua necrópolis del Adro Vello. Los restos arqueológicos encontrados a tan sólo tres metros sobre el nivel del mar, en la playa Do Carreiro, mostraron hallazgos de una villa romana en la que se encontraron vestigios de salazón de pescado, la planta de una iglesia visigótica, y cimientos de una fortificación de la Baja Edad Media que servía de protección ante posibles agresores que llegasen por mar.
La iglesia primitiva, debido a los frecuentes saqueos de piratas y a los golpes de mar, fue trasladada en el siglo XVII a un lugar más seguro, que es el que ocupa actualmente el templo de San Vicente.
La iglesia de San Vicente.
Inciamos la marcha en la playa Do Carreiro. Ante nosotros, la ría de Arousa se extiende llena de bateas, una estructura usada para el cultivo de los moluscos, especialmente el mejillón.
Las bateas para el cultivo de mejillón pueblan la ría.
La primera parte del recorrido transcurre por el litoral de la ría. Las playas Do Carreiro, A Barcela, Barreiriño y Area Grande son de aguas cristalinas y de arena fina y blanca, de una gran belleza paisajística.
Playa de A Barcela.
Después, la senda abandona el litoral. Las dunas móviles dejan paso a una extensa duna poblada de pinares que se interna en el monte hasta llegar a los terrenos de cultivo.
Las dunas moviles dejan paso a los terrenos de cultivo.
La ruta nos conduce a los lugares de Carríns y O Outeiro, núcleos aislados de casas, auténticos exponentes del paisaje rural gallego.
Núcleos aislados de casas constituyen el rural. Cultivos.
El camino discurre entre leiras, pequeñas fincas de tierra labrada, y nos conduce hasta A Rodeiras, punto final de nuestro recorrido.
Las mimbreras también se utilizan para delimitar las leiras.
Accesos
En la AP-9 coger la salida 119 hacia O Grove. A la entrada de la península de O Grove tomar la PO 317 que atraviesa San Vicente do Mar en dirección a San Vicente do Grove. Desde aquí bajar hacia los restos de Adro Vello, junto a la playa Do Carreiro.
Punto de partida / llegada
Playa Do Carreiro / As Rodeiras
Recorrido
Playa de Barreiriño y Do Carreiro / Salgadeira de A Barcela / Playa de A Barcela / Playa de Area Grande / Carríns / O Outeiro / As Rodeiras.
Longitud
2,9 Km. en horizontal
Duración
1 h.
Cartografía
I.G.N. Hoja 0184 – Grove.
Conexiones
No se han descrito.
Anotaciones
Actividad sencilla, apta para niños.
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Aunque la ruta no es circular, los puntos de inicio y fin distan 600 m., y están comunicados por una pista asfaltada por lo que la ruta puede transformarse fácilmente en circular, no siendo necesario planificar el regreso.
El saladero de la playa de A Barcela.
El poder conservante de la sal sobre los alimentos frescos fue descubierto en la Edad del Hierro. Los fenicios trajeron a estas tierras el arte de salar el pescado. Los romanos, grandes apreciadores de los frutos de nuestros mares, promovieron este método de conservación con el transporte de pescado y marisco al resto del imperio.
Hasta el siglo XVIII la salazón era una labor artesanal. Las familias salaban la sardina en sus hogares, manteniendo el gusto natural de este pescado. La llegada de los fomentadores catalanes, transformó un trabajo en una industria. Los catalanes situaron sus factorías en ensenadas abrigadas, de fácil acceso a las embarcaciones de pesca, como ésta de la playa de A Barcela, en primera línea de playa.
Con los catalanes llegó la jábega, un arte de pesca de origen árabe con el que no podían competir las artes tradicionales. Este método aumentó el consumo de sal, incrementando la recaudación que la Hacienda Pública obtenía del oro blanco. Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, los almacenes de salazón marcaron la economía de la ría de Arousa, convirtiendo a los pescadores en asalariados. El proceso de salazón perdió fuerza a finales del siglo XIX pero dejó el camino abierto a la industria conservera, motor de la economía actual en estas tierras.
De la playa de Barreiriño hasta As Rodeiras
2,9 Km. / 1 h.
La ruta está llena de historia y toma su nombre de la antigua necrópolis del Adro Vello. Los restos arqueológicos encontrados a tan sólo tres metros sobre el nivel del mar, en la playa Do Carreiro, mostraron hallazgos de una villa romana en la que se encontraron vestigios de salazón de pescado, la planta de una iglesia visigótica, y cimientos de una fortificación de la Baja Edad Media que servía de protección ante posibles agresores que llegasen por mar.
La iglesia primitiva, debido a los frecuentes saqueos de piratas y a los golpes de mar, fue trasladada en el siglo XVII a un lugar más seguro, que es el que ocupa actualmente el templo de San Vicente.
Inciamos la marcha en la playa Do Carreiro. Ante nosotros, la ría de Arousa se extiende llena de bateas, una estructura usada para el cultivo de los moluscos, especialmente el mejillón.
La primera parte del recorrido transcurre por el litoral de la ría. Las playas Do Carreiro, A Barcela, Barreiriño y Area Grande son de aguas cristalinas y de arena fina y blanca, de una gran belleza paisajística.
Después, la senda abandona el litoral. Las dunas móviles dejan paso a una extensa duna poblada de pinares que se interna en el monte hasta llegar a los terrenos de cultivo.
La ruta nos conduce a los lugares de Carríns y O Outeiro, núcleos aislados de casas, auténticos exponentes del paisaje rural gallego.
El camino discurre entre leiras, pequeñas fincas de tierra labrada, y nos conduce hasta A Rodeiras, punto final de nuestro recorrido.
Accesos
En la AP-9 coger la salida 119 hacia O Grove. A la entrada de la península de O Grove tomar la PO 317 que atraviesa San Vicente do Mar en dirección a San Vicente do Grove. Desde aquí bajar hacia los restos de Adro Vello, junto a la playa Do Carreiro.
Punto de partida / llegada
Playa Do Carreiro / As Rodeiras
Recorrido
Playa de Barreiriño y Do Carreiro / Salgadeira de A Barcela / Playa de A Barcela / Playa de Area Grande / Carríns / O Outeiro / As Rodeiras.
Longitud
2,9 Km. en horizontal
Duración
1 h.
Cartografía
I.G.N. Hoja 0184 – Grove.
Conexiones
No se han descrito.
Anotaciones
Actividad sencilla, apta para niños.
Como siempre im-presionante la edición. Que pena que no haya una foto de los componentes...
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