Descrito por: Santos J. Lorenzo
El río de Las Mestas es uno de los cursos fluviales más hermoso del Parque Nacional de los Picos de Europa. Nace en la cabecera del valle de Tresllué envuelto en una densa cubierta forestal de hayas, robles y acebos; pasa junto a típicas majadas y, al final, llega a la bucólica Vega de Orandi, una pradería donde parece detenerse el tiempo. Allí, el río deja de despeñarse, ralentiza su marcha y se apacigua serpenteando la vega en suaves meandros. Finalmente, encuentra salida en una cueva y desaparece en ella precipitándose con estrépito, para reaparecer trescientos metros de desnivel más abajo en la surgencia de la Cueva de Covadonga.
Entre la historia y la leyenda
Según las crónicas, en el año 722 el emir árabe Al Qama envió un ejército de cien mil musulmanes a la montaña de Covadonga con intención de terminar definitivamente con las revueltas ocasionadas por los cristianos rebeldes, que se refugiaban en el Monte Auseva bajo las ordenes del insurrecto Pelayo. Los astures, embriagados del valor infundido por la aparición de la virgen en la Cueva de Covadonga, se defendieron de los árabes lanzando piedras y troncos desde las cumbres de los montes. El ejército sarraceno huyó atravesando los Picos de Europa, para acabar sepultado en Cosgaya por un deslizamiento de tierras. Se inicia a sí la Reconquista de la península tras la invasión musulmana.
Según las crónicas, en el año 722 el emir árabe Al Qama envió un ejército de cien mil musulmanes a la montaña de Covadonga con intención de terminar definitivamente con las revueltas ocasionadas por los cristianos rebeldes, que se refugiaban en el Monte Auseva bajo las ordenes del insurrecto Pelayo. Los astures, embriagados del valor infundido por la aparición de la virgen en la Cueva de Covadonga, se defendieron de los árabes lanzando piedras y troncos desde las cumbres de los montes. El ejército sarraceno huyó atravesando los Picos de Europa, para acabar sepultado en Cosgaya por un deslizamiento de tierras. Se inicia a sí la Reconquista de la península tras la invasión musulmana.
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Dado que el recorrido propuesto es una ruta lineal hay que programar el regreso si se hace la senda en un solo sentido.
De Moferos a Bastañar
600 m. / 20 min.
El punto de partida se inicia en la carretera de Covadonga a Los Lagos (Km. 3), en el lugar conocido como Moferos.
Moferos. Punto de partida.
El camino transcurre entre setos naturales formados principalmente por avellanos, espinos, rosales silvestres y bosques mixtos, hasta alcanzar la majada de Bastañar.
El bosque en Moferos.
De Bastañar a la campera Las Llacerías
1.1 Km. / 40 min.
El camino continúa en ligero ascenso, rodeado de diferentes especies arbóreas entre las que empiezan a aparecer ejemplares aislados de haya.
Las hayas comienzan a poblar el bosque.
Antes de alcanzar la majada de Las Llacerías, el camino gira a la izquierda hasta alcanzar una finca vallada de piedra que alberga unas cabañas.
Vallado de piedra. La senda transcurre paralela a la valla.
Avanzamos en dirección oeste, en paralelo al muro de piedra, hasta llegar a una pequeña pradera denominada campera Las Llacerías.
Campo Las Llacerías.
De la campera Las Llacerás a El Pandal
950 m. / 35 min.
Cruzamos la pequeña pradera en dirección oeste, dejando a nuestra derecha la fuente de Las Llacerías y a nuestra izquierda el camino del collado Argomal. El camino, en ligero ascenso, se convierte en senda a media ladera por la sierra de Los Porciles, y gira suavemente hacia el sur entre hayas, espinos, acebos, prunos y matorral de helechos, tojo y brezo.
Bosque de matorral.
De El Pandal a Las Mestas
650 m. / 25 min.
Descendemos en dirección oeste, hacia el río Las Mestas hasta alcanzar la vega en un conjunto de cabañas, cuadras y prados de siega.
Descendemos hacia el oeste hasta la vega.
Por la Vega de Orandi: De Las Mestas a la Cueva de Orandi
900 m. / 30 min.
En el paisaje y en el estado de los edificios se aprecia el abandono paulatino que han sufrido las tradicionales majadas o mayadas donde los pastores pasaban largas temporadas cuidando los rebaños.
Las Mestas.
El camino vadea el río por su margen derecha, y se adentra en la garganta tallada por éste en las calizas de la sierra de Los Porciles, en la ladera rocosa de Los Quintaninos, dos montes calcáreos desnudos que forman el umbral de la espléndida vega ganadera.
El río se ha abierto paso tallando una espectacular garganta.
Descendemos por la margen derecha del río, a lo largo de su cauce, hasta alcanzar una zona de pastizal conocida como Campo del Escobio, donde existe un cierre por el que hay que pasar a través de una portilla o saltando la valla por una pequeña escalerilla.
Campo del Escobio. Es preciso saltar la valla.
La senda se adentra en la Vega de Orandi, un jardín natural de hierbas relucientes rodeado de hayas, robles, avellanos silvestres, nogales, acebos y mucho aire de montaña. La influencia de las actividades ganaderas en la cubierta forestal ha sido decisiva en el modelado del paisaje. La búsqueda de alimento para los rebaños, practicada durante siglos, ha transformado los antiguos bosques caducifolios en prados de siega. Las laderas en pendiente, de difícil acceso para el ganado, no han sufrido las talas indiscriminadas que han dejado los fondos de los valles convertidos en resplandecientes camperas de hierba y plantas silvestres, como la Vega de Orandi.
La serena belleza de la Vega de Orandi.
La vereda termina en el inicio del bosque de La Matona donde el río de Las Mestas se cuela en una gran cueva abierta en la ladera del monte haciendo que se precipite hacia las entrañas de la tierra, reapareciendo trescientos metros de desnivel más abajo, en la surgencia de la Cueva de Covadonga.
La Cueva de Orandi.
De la Cueva de Orandi a la Cueva de Covadonga
1,3 Km. / 1 h.
A la derecha del sumidero, la senda transcurre en ligero ascenso hasta el colladin de Orandi. Desde allí desciende vertiginosamente a través del Monte Auseva hasta la Cueva de Covadonga.
La presencia de hayas y robles en las zonas de umbría son la máxima representación de este bosque húmedo.
Debajo de la surgencia de la Cueva de Covadonga se encuentra la fuente de siete caños que mana agua procedente del cauce del río de las Mestas y de los neveros del Monte Auseva, después de atravesar el mundo subterráneo de la montaña de Covadonga y los bosques de la Matona. Cuenta la tradición que allí adquiere la propiedad de llevar al matrimonio en el plazo máximo de un año a los peregrinos y devotos casaderos que se acercan a beber en la famosa fuente.
La fuente de los siete caños.
Accesos
Carretera de Covadonga a Los Lagos, Km. 3
Punto de partida / llegada
Moferos / Cueva de Covadonga
Recorrido
Moferos / Bastañar / Las Llacerías / El Pandal / Las Mestas / Cueva de Orandi / Cueva de Covadonga
Longitud
5,5 Km. en horizontal, desde el punto de inicio
Duración
3,5 h.
Cartografía
I.G.N. Hojas 0055 - Beleños
Conexiones
GR - PNPE 202: Ruta de la Reconquista.
Anotaciones
Dado que el recorrido propuesto es lineal, hay que programar el regreso a por el vehículo. Una alternativa muy interesante es realizar el recorrido en sentido inverso, evitando el empinado descenso por el Monte Auseva que con lluvia y mal tiempo puede convertirse en peligroso por lo resbaladizo. En este caso se puede retornar a por el coche descendiendo por la carretera de Los Lagos.
De Moferos a Bastañar
600 m. / 20 min.
El punto de partida se inicia en la carretera de Covadonga a Los Lagos (Km. 3), en el lugar conocido como Moferos.
El camino transcurre entre setos naturales formados principalmente por avellanos, espinos, rosales silvestres y bosques mixtos, hasta alcanzar la majada de Bastañar.
De Bastañar a la campera Las Llacerías
1.1 Km. / 40 min.
El camino continúa en ligero ascenso, rodeado de diferentes especies arbóreas entre las que empiezan a aparecer ejemplares aislados de haya.
Antes de alcanzar la majada de Las Llacerías, el camino gira a la izquierda hasta alcanzar una finca vallada de piedra que alberga unas cabañas.
Avanzamos en dirección oeste, en paralelo al muro de piedra, hasta llegar a una pequeña pradera denominada campera Las Llacerías.
De la campera Las Llacerás a El Pandal
950 m. / 35 min.
Cruzamos la pequeña pradera en dirección oeste, dejando a nuestra derecha la fuente de Las Llacerías y a nuestra izquierda el camino del collado Argomal. El camino, en ligero ascenso, se convierte en senda a media ladera por la sierra de Los Porciles, y gira suavemente hacia el sur entre hayas, espinos, acebos, prunos y matorral de helechos, tojo y brezo.
De El Pandal a Las Mestas
650 m. / 25 min.
Descendemos en dirección oeste, hacia el río Las Mestas hasta alcanzar la vega en un conjunto de cabañas, cuadras y prados de siega.
Por la Vega de Orandi: De Las Mestas a la Cueva de Orandi
900 m. / 30 min.
En el paisaje y en el estado de los edificios se aprecia el abandono paulatino que han sufrido las tradicionales majadas o mayadas donde los pastores pasaban largas temporadas cuidando los rebaños.
El camino vadea el río por su margen derecha, y se adentra en la garganta tallada por éste en las calizas de la sierra de Los Porciles, en la ladera rocosa de Los Quintaninos, dos montes calcáreos desnudos que forman el umbral de la espléndida vega ganadera.
Descendemos por la margen derecha del río, a lo largo de su cauce, hasta alcanzar una zona de pastizal conocida como Campo del Escobio, donde existe un cierre por el que hay que pasar a través de una portilla o saltando la valla por una pequeña escalerilla.
La senda se adentra en la Vega de Orandi, un jardín natural de hierbas relucientes rodeado de hayas, robles, avellanos silvestres, nogales, acebos y mucho aire de montaña. La influencia de las actividades ganaderas en la cubierta forestal ha sido decisiva en el modelado del paisaje. La búsqueda de alimento para los rebaños, practicada durante siglos, ha transformado los antiguos bosques caducifolios en prados de siega. Las laderas en pendiente, de difícil acceso para el ganado, no han sufrido las talas indiscriminadas que han dejado los fondos de los valles convertidos en resplandecientes camperas de hierba y plantas silvestres, como la Vega de Orandi.
La vereda termina en el inicio del bosque de La Matona donde el río de Las Mestas se cuela en una gran cueva abierta en la ladera del monte haciendo que se precipite hacia las entrañas de la tierra, reapareciendo trescientos metros de desnivel más abajo, en la surgencia de la Cueva de Covadonga.
De la Cueva de Orandi a la Cueva de Covadonga
1,3 Km. / 1 h.
A la derecha del sumidero, la senda transcurre en ligero ascenso hasta el colladin de Orandi. Desde allí desciende vertiginosamente a través del Monte Auseva hasta la Cueva de Covadonga.
Debajo de la surgencia de la Cueva de Covadonga se encuentra la fuente de siete caños que mana agua procedente del cauce del río de las Mestas y de los neveros del Monte Auseva, después de atravesar el mundo subterráneo de la montaña de Covadonga y los bosques de la Matona. Cuenta la tradición que allí adquiere la propiedad de llevar al matrimonio en el plazo máximo de un año a los peregrinos y devotos casaderos que se acercan a beber en la famosa fuente.
Accesos
Carretera de Covadonga a Los Lagos, Km. 3
Punto de partida / llegada
Moferos / Cueva de Covadonga
Recorrido
Moferos / Bastañar / Las Llacerías / El Pandal / Las Mestas / Cueva de Orandi / Cueva de Covadonga
Longitud
5,5 Km. en horizontal, desde el punto de inicio
Duración
3,5 h.
Cartografía
I.G.N. Hojas 0055 - Beleños
Conexiones
GR - PNPE 202: Ruta de la Reconquista.
Anotaciones
Dado que el recorrido propuesto es lineal, hay que programar el regreso a por el vehículo. Una alternativa muy interesante es realizar el recorrido en sentido inverso, evitando el empinado descenso por el Monte Auseva que con lluvia y mal tiempo puede convertirse en peligroso por lo resbaladizo. En este caso se puede retornar a por el coche descendiendo por la carretera de Los Lagos.
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