Expedición al Toubkal (4.167 m.), por la Ruta Normal Ikhibi Sur

Cima del Toubkal, con su característico vértice geodésico.

Descrito por: Santos J. Lorenzo

El Jbel Toubkal o Adrar n'Dern, cuyo significado en bereber es la montaña de las montañas, con 4.167 m. de altura, es la punto más alto del Alto Atlas, de Marruecos y del norte de África.

El Atlas es un sistema montañoso que recorre, a lo largo de más de 2.000 Km., el noroeste de África. El Alto Atlas es la principal subcordillera del Atlas; se extiende en dirección OSO-ENE a lo ancho de Marruecos, después atraviesa Argelia y Túnez, convirtiéndose en la cordillera del Aures, y continúa a través del mar Mediterráneo para unirse a los Apeninos de Sicilia y la península italiana.

El Atlas está poblado desde hace siglos por el pueblo bereber. Durante mucho tiempo los bereberes fueron tribus nómadas. Alguno de sus grupos todavía hoy nomadea por la cordillera, pero la mayoría se fueron haciendo sedentarios paulatinamente, y en los profundos valles del Atlas levantaron aldeas y pueblos, cuya belleza contrasta en armonía con la pureza del paisaje.

La primera ascensión del Toubkal la realizaron V. Berger, M. Dolbeau y el marqués de Segonzac el 12 de junio de 1.923.

Día 1 de expedición

Madrid - Marrakech.

Un grupo de tres vigueses: Pablo, Pilar, Mónica; un brasileño: Ozebrio; y dos zamoranos: Marta y Santos, viajamos a Marruecos con la intención de hollar la cima del Toubkal.

Llegamos a Marrakech vía Madrid. Mañana nos adentraremos en el Alto Atlas, pero hoy nos quedaremos a visitar la ciudad. Nos dirigimos al riad que hemos reservado para dejar nuestros pesados equipajes. Un riad es una estancia organizada alrededor de un patio central donde normalmente se encuentra una fuente  rodeada de naranjos.

Patio del riad.

Nos reciben con un té a la menta. Ofrecer el té en Marruecos es una forma de hospitalidad y de bienvenida desde que esta bebida fue introducida, como regalo inglés a la corte marroquí de Moulay Ismail, en el siglo XVII. Realmente está exquisito.

Ofrecer té es un acto de bienvenida.

Por su especial encanto, Marrakech no deja de hechizar a sus visitantes. La ciudad está dividida por una muralla. Intramuros se encuentra La Medina, el casco antiguo. Extramuros está Guéliz, la zona moderna. Nos dirigimos a la famosa plaza Jemaa el-Fna, auténtico corazón que bombea vida a La Medina.

La plaza Jemaa el-Fna, auténtico corazón de La Medina

En la plaza podemos tomar un delicioso zumo de frutas recién exprimidas en uno de los múltiples carromatos que allí hay.

Puesto de zumos en la plaza Jemaa el-Fna.

Callejeando, nos adentramos en el Zoco, el mercado árabe al aire libre en el que se puede encontrar de todo: alimentos, especias, ropa, alfombras, babuchas, gorros, cestos, candiles […]

Una tienda en el zoco.

Paseando por sus calles se puede observar la explosión de colorido que conforma el tono rojizo de sus casas, la exposición multicolor de los tenderetes, el destello de los puestos de orfebrería o los mercados de fruta.

La belleza multicolor de las múltiples especias.

Vivos colores en los mercados de fruta.

Tonalidades llenas de vida a las que es imposible resistirse. Aquí comienza la experiencia vital del Zoco: El arte del regateo. Un tira y afloja entre vendedor y cliente. El precio inicial nada tiene que ver con el que se salda la transacción económica final. El timo y la ganga están separados por una línea muy fina que sólo los hábiles y pacientes sabrán cruzar. La clave es no perder nunca el buen humor y enfocarlo, más que como una batalla de precios, como un juego al que ganará el más perspicaz. Último precio, dos palabras que hablan del intento desesperado por vender o por despistar al confiado comprador.

Visitamos la Madraza Ben Yusuf, erigida en el siglo XIV, era una escuela coránica a la que los alumnos acudían para estudiar con detalle los textos sagrados del corán.

Madraza Ben Yusuf. Fuente de las abluciones.

El Palacio el Badi, levantado por el sultan Ahmed el Mansour en el siglo XVI. Una vez completado, se dijo que era uno de los palacios más majestuoso construidos con paredes y techos decorados en oro. Durante el banquete de inauguración un invitado declaró: "Cuando lo demuelan, será una bonita ruina". Un siglo después el palacio fue completamente expoliado, proceso que duró 12 años pues tal era la cantidad de riquezas que contenía.

Ruinas del Palacio el Badi.

Y el jardín Majorelle, creado por el pintor francés expatriado Jacques Majorelle, alberga preciosos macizos de bambú, cactos, palmeras y estanques con nenúfares.

El jardín Majorelle.

Todas las tardes, después de las cinco, la plaza Jemaa el-Fna cambia de identidad: Desaparecen los dentistas ambulantes, los vendedores de agua, los encantadores de serpientes y el resto de comerciantes; y abre sus puertas un restaurante colectivo constituido por multitud de tenderetes. Se crea un ambiente de feria que acompaña al hacerse y deshacerse de las halacas, círculos efímeros de cuerpos apiñados alrededor del halaiqui, que es un músico rudimentario, un acróbata o un contador de cuentos. Un arte que le ha valido a la plaza Jemaa el-Fna ser incluida en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Aprovechamos para cenar e irnos a descansar. Mañana nos espera un largo día: Tenemos que trasladarnos hasta Imlil y desde allí ascender los 1.500 m. de desnivel que separan esta localidad del refugio del Toubkal o Louis Neltner

Cordero. Cena típica en uno de los tenderetes de la plaza Jemaa el-Fna.

Un cocinero llama a los transehúntes a su puesto de caracoles.

Día 2 de expedición
Traslado a Imlil (1.750 m.)

Hemos planificado la expedición con una agencia local. A las 08:00 h. nos recoge un microbús a las puertas del riad. La ruta de ascensión prevista es: Imlil (1.750 m.) – Refugio del Toubkal (3.207 m.) – Toubkal (4.167 m.)

Para desplazarse hasta Imlil hay que recorrer en vehículo una distancia de unos 65 Km., desde Marrakech, a través de la carretera S-501, que une esta ciudad con Toraudant donde debemos desviarnos por otra carretera, que en unos 17 Km., lleva a Imlil.

El viaje, de hora y media de duración, sirve de introducción a los bellos paisajes que aparecen por el camino. Durante el recorrido se observan descriptivas pinceladas de la arquitectura típica de la región y de la vida tradicional de los bereberes que aquí habitan.

Pueblo bereber del Alto Atlas.

Desde Imlil (1.750 m.) hasta el Refugio del Toubkal (3.207 m.)

Duración de la actividad: 4 h. 45 min.

El poblado de Imlil.

En Imlil nos recibe Lahcen, el guía local con quien hemos planificado la expedición. 

Salida desde Imlil.

Cargamos las mulas con todo el material y nos quedamos con una pequeña mochila de ataque para llevar sólo un poco de agua. Durante todo el trayecto pueden encontrarse varios chiringuitos donde abastecerse de alimentos o bebidas frescas con los que recuperar fuerzas.

Numerosos chiringuitos jalonan la ascensión hasta el refugio del Toubkal.

La ascensión al refugio del Toubkal discurre por el valle del Assif n’Issougouane. Al inicio la senda gana rápidamente altura, entre un frondoso bosque de nogales, hasta alcanzar el pueblo de Aremd (1.920 m.). Esta localidad presenta, con sus casas de bloques de arcilla, el aspecto característico de los pueblos bereberes del Alto Atlas.

El poblado de Aremd.

A partir de Aremd, el camino desciende suavemente hasta el amplio cauce pedregoso del río Assif n’Issougouane, y avanza por él.

La senda transita por el pedregoso cauce del río Assif n'Issougouane.

Luego, hacia el final pedregoso del cauce, trepa hacia la izquierda, bien visible, dejando a nuestra derecha un cartel que anuncia la entrada en el Parque Nacional del Toubkal, junto a los últimos árboles que encontraremos en nuestro itinerario y a una canalización de agua.

El paisaje es grandioso. Descomunales bloques de roca desprendidos desde las elevadas cornisas se despeñan sobre las torrenteras y el cauce del río haciendo que éste se precipite en multitud de cascadas y saltos.

Grandes bloques de rocas se precipitan sobre las torrenteras y el cauce del río.

Ascendemos progresivamente hasta llegar al poblado de Sidi Chamharouch (2.325 m.), lugar de peregrinación y ofrendas. Un morabito custodia la gran piedra blanca, la fuente sagrada y la gruta donde, según la leyenda, pernoctó Sidi Chamharouch, rey de los genios, con la apariencia de un perro negro durante el día y humana durante la noche.

El morabito de Sidi Chaharouch.

Paramos para comer. El cocinero nos prepara un delicioso té a la menta como entrada de una sabrosa ensalada de productos de la huerta y un guiso de oveja. Aunque estamos en una zona remota la Coca-Cola, está presente.

Botellas de Coca-Cola con inscripciones arábigas.

Continuamos la ascensión dejando a nuestra izquierda, y a mucha profundidad, el torrente. A nuestra derecha quedan las faldas del Aguelzim (3.650 m.). El tiempo cambia repentinamente y nos sorprende una tormenta con fuerte aparato eléctrico que deja a su paso una abundante precipitación de granizo. Hemos cometido el error de subir todas nuestras pertenencias en las mulas que ya deben haber llegado al refugio. Sólo podemos apurar el paso, y aguantar los violentos impactos del granizo. De nuevo nos encontramos con el Assif n’Issougouane en las llanuras, en las inmediaciones del refugio.

Remontamos hasta la cota del río Assif n'Issougouane, en las inmediaciones del refugio.

Alcanzamos el refugio del Toubkal, completamente empapados. Nos secamos mientras degustamos un rico té a la menta.

Nuestro cocinero nos prepara un delicioso tajin de verduras para cenar. La tormenta continúa. Esperemos que mañana el tiempo nos de una tregua.

Día 3 de expedición
Refugio del Toubkal (3.207 m.) – Cumbre del Toubkal (4.167 m.) – Refugio del Toubkal (3.207 m.)
Duración de la actividad: 5 h.
Madrugamos ligeramente. Desayunamos y preparamos la mochila. A las 06:00 h. iniciamos la ascensión. Cruzamos el torrente Assif n’Issougouane por debajo de la cascada próxima al refugio, aguas arriba.

La cascada por la que cruzamo el arroyo.

Subimos, en dirección SE, por una fuerte pendiente cruzando la pedrera de acceso al falso collado y bordeamos los contrafuertes rocosos, dejándolos a nuestra izquierda. El tiempo continua inestable y una fuerte tormenta de granizo descarga de nuevo sobre nosotros.

Subida hacia el falso collado. Bordeamos los contrafuertes, dejándolos a nuestra izquierda.

Después de cruzar por una zona rocosa y ganar un poco más de altura divisamos, al fondo del espectacular circo, el verdadero collado sur del Toubkal, el Tizi n’Toubkal (3.971 m.). Nos dirigimos hacia él remontando, por pendientes ya más moderadas, la margen izquierda del arroyo que recoge, desde el fondo del circo, las aguas procedentes del deshielo.

Al fondo el collado sur del Toubkal. El camino remonta la margen izquierda del arroyo procedente del deshielo.

Después de dos horas y media de subida alcanzamos el collado sur. Giramos hacia la izquierda y continuamos con la ascensión hasta una pequeña arista, desde donde se observan unos espolones rocosos encima de los cuales ya se divisa el curioso vértice geodésico triangular que está asentado en la cumbre del Toubkal.

El curioso vértice geodésico de la cumbre.

Seguimos bordeando el cordal y abordamos los últimos metros por pendientes suaves hasta alcanzar los 4.167 m. ¡CUMBRE! Estamos en el punto más alto de Marruecos y de todo el norte de África.

El grupo en la cumbre, con la bandera de desafío inútil.

Las vistas desde la cima son extraordinarias: Hacia el sur el Timesguida y el Ras, hacia el oeste el Akioud, el Afella, el Biiguinnoussene y el Tadat, hacia el norte el Alguelzim y el Imouzzer.

Timesguida, Ras, Akioud y Afella. Vista desde la cumbre del Toubkal.

Disfrutamos de la cumbre, pero una fuerte tormenta se aproxima de nuevo. Tratamos de descender por la arista norte, pero la nieve está helada. Nadie ha transitado por esa cara y no hay huella abierta. Descender sin equipo, en estas condiciones, sería muy expuesto por lo que regresamos por el mismo itinerario.

Lahcen con parte del grupo en un momento del descenso.

De vuelta, en el refugio, disfrutamos de un rico cuscús de cordero que nos ha preparado nuestro cocinero. Finalmente, las tormentas se han disipado y aprovechamos el resto de la tarde para disfrutar de un sol radiante. Mañana ascenderemos al collado Tizi n'Ouanoums para ver el lago de Ifni, y regresaremos de nuevo a Marrakech.

Por la noche le solicitamos al cocinero el control de los fogones y sorprendemos a propios y a extraños con una espectacular tortilla de patatas.

Pablo y Santos cocinando la tortilla de patatas.

Después, dedicamos un buen rato a observar las estrellas. Para nosotros, que procedemos de un lugar con climatología poco favorable, contemplar el firmamento a 3.200 m. de altitud en una noche absolutamente nítida es un espectáculo fascinante.

Día 4 de expedición
Refugio del Toubkal (3.207 m.) - Collado Tizi N'Ouanoums (3.725 m.) - Refugio del Toubkal (3.207 m.) -  Imlil (1.750 m.)
Duración de la actividad: 7 h.
A las 06:00 h. partimos hacia el collado. Remontamos el torrente Assif n’Issougouane por su margen izquierda, hasta el fondo del valle.

Torrente Assif n'Issougouane. A la izquierda el collado Tizi N'Ouanoums.

Cruzamos el arroyo y ascendemos hasta el collado Tizi N'Ouanoums por un marcado sendero que salva un fuerte desnivel.

El sendero salva un fuerte desnivel desde el valle hasta el collado. Vista durante el descenso.

Desde el Tzi N'Ouanoums podemos ver  hacia el sureste el lago de Ifni

Las vertiginosas pendientes hacia el sureste. Al final de ellas se adivina el lago de Ifni.

Desandamos el camino hasta el refugio. Tomamos un té a la menta y descendemos hasta Imlil. Un perro nos acompaña jugueteando durante el trayecto.

Nuestro fiel compañero de descenso.

Al entrar en Aremd nos sorprende una muchachada, formada exclusivamente por niños, que nos recibe con gran júbilo y algarabía. Pensamos que pretenden vendernos algunos de los numerosos souvenirs que ofrecen a los turistas. Pronto descubrimos que sus intenciones son otras. Armados con enormes cantos y palos comienzan a apedrear al perro con saña y con evidentes intenciones de lapidarlo. Atónitos ante lo que vemos, tratamos de proteger al animal. Se producen momentos de fuerte tensión, pero conseguimos detener momentáneamente la ejecución ofreciendo algunas monedas a los chavales. Desde Aremd a Imlil  descendemos escoltados por una recua de niños cargados de piedras en los bolsillos. Somos conscientes de la suerte del animal cuando nos separemos de él en Imlil, lo que afecta profundamente al ánimo de todos nosotros. No es un buen fin para una extraordinaria expedición.

Traslado a Marrakech
Desde Imlil, un microbús nos lleva de regreso a Marrakech. Estamos en pleno ramadán, y las mezquitas de la ciudad, a través de los altavoces colocados en los alminares, llaman a la oración. El islam es la religión oficial y el rey de Marruecos es el líder de los fieles, de ahí que se considere irreverente criticar la religión. Asistimos a un rezo multitudinario de hombres y niños (pero no mujeres) en la plaza de la Mezquita Koutoubia.

Fieles rezando en dirección a la Meca, en la plaza de la Mezquita Koutoubia.

Todavía perplejos por todo lo que hoy hemos observado, disfrutamos de una cerveza en uno de los escasos lugares donde puede conseguirse; y de una última cena en la plaza Jemaa el-Fna. Mañana debemos tomar un avión y regresar.

Día 5 de expedición
Marrakech - Madrid - Vigo
Regresamos a Vigo, vía Madrid. Un poco bajos de moral por el fin de la expedición y ¡de las vacaciones! pero, ilusionados con nuevos proyectos en mente.

Información de interés

Época recomendada
Esta montaña puede hacerse en cualquier época del año.

Cómo llegar
El punto de partida para las expediciones al Atlas es Marrakech, lugar al que llegan múltiples vuelos procedentes desde diferentes puntos. Para desplazarse hasta Imlil hay que recorrer en vehículo una distancia de unos 65 Km., desde Marrakech, a través de la carretera S-501, que une esta ciudad con Toraudant donde debemos desviarnos por otra carretera, que en unos 17 Km., lleva a Imlil.

Quien desee planificar el viaje por su cuenta puede tomar un autobús hacia Asni. El punto de salida de los autobuses se encuentra cerca del palacio de la Koutoubia. Hay varias salidas durante la mañana. Pero, la mejor opción es tomar un grand taxi, tipo mercedes, que nos lleve directamente hasta Imlil.

En esta localidad se pueden contratar arrieros y mulas para el trayecto desde Imlil hasta el refugio del Toubkal; y cocineros para preparar las comidas diarias.

Requisitos para el viaje
Pasaporte con al menos seis meses de validez. No es necesario visado

Metereología
Las temperaturas son muy cambiantes. Las elevadas temperaturas en Imlil, pueden llegar a -15º C, en época invernal, en cotas próximas a la cumbre del Toubkal. En época estival son frecuentes las tormentas.

Idioma
El árabe y el francés son las lenguas dominantes. La mayor parte de los marroquíes relacionados con el turismo hablan también inglés o español.

Moneda
Dirham. Se divide en 100 céntimos de escaso valor. En el Atlas puede resultar complicado pagar con tarjetas.

Vacunas
No son necesarias.

De gran importancia
No subestimar esta montaña. Las condiciones climatológicas pueden comprometer la ascensión.

La expedición puede realizarse por cuenta propia. Fieles a la tradicción francesa, las agencias locales ofertan expediciones al Atlas con guía de montaña y diferentes servicios. Nosotros contactamos con www.subidaaltoubkal.com y el servicio ofrecido fue excelente.

Resulta muy complicado encontrar cartografía actualizada marroquí. Aún refiriéndonos a los mismos accidentes geográficos, los topónimos pueden variar de unos mapas a otros y del árabe al francés.